Viajar ya puede ser una experiencia emocionante por sí sola, pero los turistas a menudo se ven limitados por no comprender el idioma, la cultura, las costumbres y otros aspectos importantes. Aprender un segundo (¡o tercer o cuarto!) idioma es un gran paso para hacer que sus viajes sean más inmersivos, agradables y gratificantes. De hecho, ¡hay experiencias que solo son posibles si usted habla otro idioma!

Una experiencia de viaje más completa

Cuando las personas jubiladas viajan a nuevos destinos, generalmente no se conforman con simplemente marcar una lista de edificios importantes y dar por terminado el día. Ahora cuentan con el tiempo para absorber todo lo que hace único al lugar que visitan. Aprender un nuevo idioma durante la jubilación enriquece su comprensión de la historia, costumbres y tradiciones de un país.

Si le interesa asistir a un festival en su país favorito, ¡podría no entender nada si no habla el idioma! Muchos países organizan festivales en las calles que no están ampliamente promocionados como eventos accesibles para turistas. Si usted entiende el idioma, puede unirse a la multitud y disfrutar de los cantos, gritos, música, espectáculos y mucho más.

Más lugares por descubrir

¿Alguna vez ha querido hospedarse en un ryokan japonés tradicional que ha recibido visitantes desde la época de los samuráis? Tal vez no pueda comunicarse con el personal del ryokan en estos lugares remotos si no habla japonés. Disfrutar plenamente de experiencias fuera de lo común muchas veces requiere hablar un segundo idioma.

Siguiendo con el ejemplo de Japón, supongamos que desea asistir a un día de sumo o a una presentación de kabuki. Estas experiencias culturales tan representativas son completamente inmersivas; no hay sustituto para escuchar la historia de una obra de kabuki o a los anunciadores gritar desde el borde del ring durante una pelea. Gracias al tiempo dedicado a aprender su nuevo idioma, usted podrá encontrar y disfrutar de estas actividades menos conocidas, que pueden estar escondidas en regiones del país donde rara vez van turistas, y donde los locales ya no esperan comunicarse en inglés.

Seguridad y conciencia

Por supuesto, los lugares que visitará y las cosas que verá son solo una parte del rompecabezas al aprovechar al máximo sus nuevas habilidades lingüísticas. Su segundo idioma también será clave para mantenerse seguro y llegar a tiempo durante su viaje. Navegar por opciones de transporte, orientarse y recuperarse si se pierde son habilidades esenciales que le permiten disfrutar de su viaje con confianza.

Es invaluable poder entender lo que dicen las personas a su alrededor; esto puede ayudarle a detectar estafas dirigidas a turistas o comunicarse con alguien cuando necesite ayuda. Poder leer un letrero en la calle puede marcar la diferencia entre llegar a tiempo a su vuelo o terminar en una ciudad completamente distinta a la que había planeado.

Nuevas amistades y recuerdos

Viajar durante la jubilación está lleno de experiencias y lugares nuevos y emocionantes, pero también es una gran oportunidad para conocer nuevas personas. Poder interactuar con cualquier persona que usted conozca en el extranjero abre la puerta a un grupo completamente nuevo de amistades con quienes puede conectar de manera más significativa.

Ya no tendrá que depender de preguntas básicas como “¿De dónde es usted?” o “¿Qué ha visitado hasta ahora?” Hablar el idioma local le permite entablar conversaciones reales y conectar con personas que comparten sus intereses, puntos de vista y forma de ser. Muchas personas jubiladas descubren que siguen en contacto con las amistades que hicieron durante sus viajes por el resto de sus vidas.

En última instancia, hay muchas razones de peso para aprender un segundo idioma. Estará haciendo un favor a su cerebro, manteniéndose mentalmente ágil y abriendo la puerta a nuevas y emocionantes experiencias alrededor del mundo que tal vez no hubiera podido vivir de otra forma. Sin embargo, en el corazón de cada idioma hay una comunidad, y aprender una lengua distinta le permite dar su primer paso hacia esa comunidad —y ampliar la suya en el camino. Aprender un nuevo idioma ofrece estos regalos multifacéticos que realmente enriquecen la vida, la hacen más plena y convierten su jubilación en una etapa emocionante.

Sobre del autor
Carrie Ott

Carrie Ott

Carrie Ott es una escritora de negocios multilingüe, editora y entusiasta de la herpetocultura.