Como hemos aprendido en esta serie sobre la lengua de señas, está lejos de ser la misma en todas partes. De hecho, es tan diversa como el resto de las lenguas del mundo. Ahora bien, así como el esperanto se creó para ser una lengua hablada internacional, podría existir una lengua de señas universal. Pero ¿qué tan exitosa ha sido esta iniciativa y, incluso, ¿debería ser un proyecto?

La globalización de la comunicación en señas

Las divisiones culturales y lingüísticas que han separado a las lenguas de señas en todo el mundo son profundas. Ya sea por la manera en que se estructuran las ideas y las prioridades o por conceptos únicos de culturas específicas, a veces pasar de una lengua de señas a otra puede ser un reto.

La Lengua de Señas Americana (ASL), la Lengua de Señas Británica (BSL), la Lengua de Señas China (CSL) y la Lengua de Señas indo-pakistaní (IPSL) se encuentran entre las más utilizadas, y la IPSL se lleva la corona como la de mayor uso. ¿Es posible unificar todas estas (y las más de 300 lenguas de señas únicas adicionales) en una sola variante universal?

La lengua de señas universal en la historia: International Sign

Ya contamos con una base para una lengua de señas universal. Cuando se formó el Congreso Mundial de Personas Sordas en 1951, pronto se reconoció que algún tipo de lengua de señas estandarizada sería valiosa para la comunicación entre personas de todo el mundo. Así nació Gestuno.

Aunque Gestuno suele denominarse simplemente International Sign (IS), es una propuesta particular de lengua de señas que seleccionó casi 1,500 de los gestos y conceptos más comunes. Estas ideas, que con frecuencia son similares en múltiples lenguas de señas, se recopilaron en el libro de vocabulario Gestuno: International Sign Language of the Deaf. La meta era establecer una base para la comunicación entre personas signantes de todo el mundo.

¿Podemos… y debemos?

Lamentablemente, International Sign pronto se topó con desafíos, y son los mismos puntos críticos que dificultan cualquier intento de crear una lengua de señas ubicua:

  • Es imposible crear señas comprendidas universalmente para cada palabra, incluso para conceptos comunes
  • Una sola lengua de señas no puede encapsular ideas o terminología culturales únicas
  • La profundidad y la amplitud de la conversación se ven limitadas, por lo que quienes la utilizan no siempre pueden comunicar lo que realmente piensan
  • La construcción gramatical varía lo suficiente como para que personas provenientes de trasfondos gramaticales muy distintos tengan dificultades para interpretar el significado

Desde luego, estas son solo las consideraciones logísticas sobre la posibilidad de una lengua de señas universal. También hay cuestiones importantes sobre si deberíamos perseguir, en primer lugar, una lengua de señas global única.

La crítica principal que enfrentan quienes promueven International Sign es la posible eliminación cultural. Al crear un solo sistema, rasgos culturales únicos (tanto de las culturas Sordas en lugares específicos como de las comunidades en general) se pueden perder con facilidad. ¿Cómo puede una persona japonesa comunicar su forma relacional de hablar mediante honoríficos, que representan información esencial integrada directamente en la lengua, en otra lengua que carece de estas características? La persona japonesa pierde la capacidad de situarse frente a las demás como lo haría dentro de su propia cultura, lo que afecta no solo al significado, sino también a la identidad.

¿Cómo lidia una cultura que cuenta con un nombre esencial para Dios con sustituir ese término por uno más genérico (p. ej., en muchas lenguas de Oriente Medio)? ¿Cómo se las arregla un grupo cuando sus conceptos direccionales (p. ej., usar únicamente direcciones cardinales, como en Kuuk Thaayorre, una lengua aborigen australiana) no se alinean con conceptos comunes (izquierda y derecha)? No solo se pierde información esencial; también se pierde identidad cultural basada en el lugar, las relaciones, los valores y más.

El futuro de una sola lengua de señas

Dado el fracaso de Gestuno (¡nadie pudo entenderse la primera vez que el congreso se reunió después de su creación!), el avance hacia una lengua de señas universal fue disminuyendo. Las señas alrededor del mundo se consideraron demasiado diferentes. Aunque una mayor conexión podría reunir a personas de cualquier lugar en un entendimiento compartido, el proceso para lograrlo parece un obstáculo imposible.

Aun así, hay opciones. El surgimiento reciente de la IA podría ofrecer oportunidades de traducción en tiempo real, permitiendo que alguien que usa ASL se comunique directamente con una persona que utiliza IPSL. Los estudios muestran que quienes usan la lengua de señas suelen ser mucho mejores que quienes usan lenguas habladas para comprender el significado y comunicarse con éxito con alguien que no habla la misma lengua. Así que, en este sentido, ¡ya existe alguna forma de señas universal (una especie de pidgin)!

Sin embargo, es poco probable que una verdadera lengua de señas internacional se desarrolle con un nivel alto de éxito. Las investigaciones muestran que las lenguas tienen mucha mayor probabilidad de divergir en dialectos cuando no se escriben, porque la estandarización es más difícil. Dado que la lengua de señas es un sistema de movimiento más que de palabras escritas, probablemente no tardaría nada en que esa versión “universal” y perfeccionada se dividiera en tantas variantes únicas como las que ya tenemos.

Sobre del autor
Carrie Ott

Carrie Ott

Carrie Ott es una escritora de negocios multilingüe, editora y entusiasta de la herpetocultura.