Aunque a los padres les encantan los arrullos y los sonidos bonitos que hacen los bebés, a menudo empiezan a impacientarse por pasar de los chirridos y gorjeos a las palabras de verdad, sobre todo un «mamá» o un «papá». Esto llegará con el tiempo, y ese momento suele situarse entre los 12 y los 18 meses.

El balbuceo estructurado y las primeras conversaciones del bebé

La mayor parte de la producción vocal de un niño durante esta etapa seguirá consistiendo en jugar con sonidos variados e intentar llamar la atención de su cuidador (por desgracia, a través del llanto), pero empezarás a notar los primeros indicios de comunicación real alrededor de los 12 meses, y no sólo en la aparición de palabras reales.

A estas alturas, la mayoría de los bebés han empezado a ver que hay una especie de ritmo y patrón en todos esos ruidos extraños que hacen constantemente los mayores, y empezarán a intentar imitar este vaivén en sus primeras «conversaciones». Si has estado narrando tus actividades diarias e inundando los oídos de tu hijo con lenguaje, es probable que empiece a ver que este bombardeo auditivo puede convertirse en una calle de doble sentido. Usted dice: «¡Mira la pelota!». Tu hijo responde quizás con algo que suena como «¡Boodle loo loo!» y luego espera a que le respondas. Usted sonríe y dice: «¡Sí, es verdad! Es una pelota». Aunque puede que esta no sea la conversación sincera que siempre imaginaste tener con tu hijo, de hecho estáis conversando y vais camino de las cosas más importantes.

Orden de las primeras palabras

La mayoría de los niños siguen un patrón de adquisición de palabras, en el que los sustantivos y nombres propios (Ej. pelota, perrito, mamá) son los primeros, y los verbos (Ej. comer, mirar, saludar) les siguen unas semanas o meses después. Los adjetivos suelen ser los últimos de la fila (ej. caliente, grande, delicioso), aunque no se trata en absoluto de una cronología concreta. Es probable que a lo largo de este periodo aparezca un surtido aleatorio de otros tipos de palabras, incluidas interjecciones como «sí» y «no» y «¡NO!».

Los pronombres pueden surgir durante este tiempo, pero los errores son de esperar, como que un bebé se refiera a sí mismo en tercera persona. Puedes corregirlo con delicadeza, pero comprende que estos errores son comunes y suelen solucionarse solos con el tiempo.

Comprensión y respuesta a preguntas

Al igual que tú empiezas a entender mejor lo que dice tu bebé, él también empieza a comprender mejor las palabras que salen de tu boca. Puedes ver este progreso, por ejemplo, cuando dices «perrito» y el niño mira automáticamente a tu perro mascota.

Los niños en esta etapa también pueden empezar a responder a preguntas sencillas como «¿Quieres el biberón?» o «¿Estás listo para la noche-noche?». Pueden empezar a responder con un sí o un no verbal, probablemente acompañado de un movimiento dramático de la cabeza.

Lectura repetida

Los libros y los cuentos desempeñan aquí un papel cada vez más importante, y debes intentar que las historias a la hora de dormir sean lo más rutinarias posible. Aunque los bebés aún no son capaces de captar gran parte del lenguaje, la repetición y la relectura (¡además de los dibujos!) son claves en este caso, y los niños se beneficiarán de las lecturas nocturnas de la misma pequeña colección de libros. A diferencia de los adultos, los niños son grandes aficionados a la relectura, así que aunque usted esté harto de la enésima lectura de Sally, la araña tonta, los niños le sacan cada vez más partido.

Fomentar el desarrollo del lenguaje en casa

Este es el periodo en el que las cosas empiezan a ser realmente divertidas, ya que esos chillidos y gorjeos húmedos ligeramente aterradores empiezan a convertirse en palabras discernibles. Continúe dialogando con su hijo todo lo posible, narrando todo lo que pueda para exponerle a la mayor cantidad de materia prima posible. Esto es especialmente importante en las rutinas diarias, desde el cambio de pañal hasta la hora del baño o del juego, ya que la familiaridad y la exposición repetida ayudarán a los niños a asociar más rápidamente los objetos y las actividades con sus palabras. Los cuentos antes de dormir son una de las fuentes más fértiles de progreso en el aprendizaje del lenguaje, y usted puede hacer preguntas como «¿Dónde está el pato?» y hacer que su hijo señale el dibujo del pato.

Al igual que ocurre con las conversaciones de ida y vuelta, los niños de esta edad suelen empezar a comprender el concepto de petición y orden. Puede practicarlo haciendo un juego, como «Dame la pelota. Gracias». Los niños estarán encantados de complacerte la mayoría de las veces, aunque también puede que les haga especial ilusión no hacer lo que les pides. Esto debe tratarse como un aspecto divertido más del juego. Puedes poner cara de sorpresa y ver cómo se ríen mientras retienen la pelota.

Milestones y variabilidad en el desarrollo del lenguaje

Los padres suelen preocuparse innecesariamente por cada pequeño detalle del desarrollo, pero hay algunos hitos bastante estándar que puedes utilizar durante esta etapa. Aunque probablemente no sea motivo de preocupación, la ausencia total de balbuceo al año o de la primera palabra a los 18 meses puede justificar una charla rápida con su médico de cabecera y tal vez la consulta de algunos programas de intervención temprana. De nuevo, todos los niños progresan de forma diferente, pero siempre puedes hacer todo lo que esté en tu mano para ayudarles.

Sobre del autor

Justin Benton

Justin Benton

Justin Benton es un escritor y profesor de inglés radicado en Colombia.