Entendiendo la Hipótesis del Balbuceo

Aunque el concepto de la hipótesis del balbuceo existe desde hace décadas, no fue sino hasta finales de la década de 2010 y principios de la de 2020 que realmente cobró fuerza como objeto de estudio. La hipótesis del balbuceo plantea que, cuando un grupo no tiene un líder definido, la persona que más habla es también la más probable de asumir ese rol de liderazgo. Estudios han confirmado esta conclusión, demostrando que, en una amplia variedad de situaciones, la persona que dice más palabras tiene la mayor probabilidad de obtener poder.

¿Por qué valoramos a un líder que habla mucho, aunque sin pensar demasiado, más que a uno que habla poco pero con sabiduría? Existen algunas razones probables:

Confidence

Hablar con confianza puede establecer autoridad y liderazgo.

Confianza

Cuando una persona habla libremente durante un largo periodo, es fácil asumir que sabe de lo que está hablando. De lo contrario, ¿por qué lideraría la conversación con tanta seguridad?

Attention

Hablar con frecuencia capta la atención y genera familiaridad.

Atención

Está comprobado que las personas tienden a ver algo de manera más favorable entre más familiar les resulte; a esto se le conoce como el efecto de mera exposición. Cuando alguien habla mucho, las personas le prestan atención durante más tiempo, generando percepciones más favorables solo por la duración y la familiaridad.

Crowding

Dominar la conversación deja poco espacio para que otros hablen.

Saturación

En situaciones donde el tiempo para comunicarse es limitado, una persona que habla extensamente puede dejar fuera a otros posibles participantes. Esto puede convertirle en el líder de facto.

Recency

La última persona en hablar suele ser la más recordada e influyente.

Recencia

Cuando se elige a un líder, las personas tienen más probabilidades de seleccionar a la última persona que escucharon o vieron como aspirante. A esto se le llama sesgo de recencia. Al hablar más, un posible líder aumenta las probabilidades de ser quien tenga la última palabra.

Dónde Puede Aparecer el Balbuceo

Dado que el balbuceo tiene tanto poder como factor determinante del liderazgo, parecería lógico que la mayoría de las personas se dieran cuenta cuando ocurre. Sin embargo, el efecto del balbuceo pasa en gran medida desapercibido, especialmente en áreas donde tiene un impacto significativo.

Política

Politics

Dominar el discurso en la política puede moldear la percepción pública y el liderazgo.

Tal vez el ejemplo más notable de la hipótesis del balbuceo se encuentre en la política. No es necesario ir más lejos que el desempeño presidencial en Estados Unidos para ver un ejemplo claro. Si bien es cierto que Joe Biden rompió el récord de mayor número de palabras pronunciadas en un discurso sobre el Estado de la Unión, con 9,191 palabras, Donald Trump ha emitido más enunciados que Biden de forma constante. De hecho, Trump superó a Biden en número de palabras pronunciadas, número de oraciones y duración de los enunciados (cuánto tiempo pasa antes de que el hablante haga una pausa o termine de hablar). No es sorprendente, entonces, que Donald Trump haya ganado la presidencia en 2024.

Lugares de trabajo

Workplaces

Dominar verbalmente en el trabajo puede influir en el ascenso profesional.

La hipótesis del balbuceo también representa una de las mayores fuentes de poder en el ámbito laboral. Cuando dos personas están siendo consideradas para un ascenso con solo una posición disponible, existen más probabilidades de que el empleado que más habla obtenga el puesto. Junto con otros factores que pueden silenciar a una persona candidata, como el género, se vuelve evidente que existe una especie de fuerza bruta lingüística para alcanzar puestos de liderazgo—y que las perspectivas o la inteligencia del individuo pueden importar menos de lo que se piensa.

Cómo Combatir el Poder del Balbuceo

Combatting the Power of Babble

Fomentar la participación equitativa asegura que todas las voces sean escuchadas.

A la hora de elegir un líder, es más importante que nunca estar conscientes de los sesgos inherentes que todos tenemos. Sorprendentemente, estos sesgos pueden surgir de lugares inesperados, como la familiaridad con el rostro de una persona o la cantidad de palabras que dice. En la medida en que buscamos construir un mundo más justo para todas las personas, es esencial dar espacio a quienes hablan menos. Al implementar herramientas que equilibren las condiciones, como límites estrictos de tiempo para cada participante o encuestas anónimas, quienes no pueden o no desean usar el balbuceo como herramienta de poder pueden influir en la sociedad y reducir los efectos de quienes dominan verbalmente.

Sobre del autor
Carrie Ott

Carrie Ott

Carrie Ott es una escritora de negocios multilingüe, editora y entusiasta de la herpetocultura.