Como su nombre indica, el aprendizaje comunitario de idiomas (CLL) consiste en fomentar el sentido de comunidad dentro del aula y proporcionar un entorno poco estresante en el que los estudiantes de idiomas puedan aprender y crecer. Los alumnos tienen mucha autonomía y, de hecho, deciden lo que quieren aprender en cada clase, y el profesor sirve más de guía que de figura autoritaria. De hecho, en el CLL al profesor se le denomina «el que sabe» y la relación profesor-alumno es similar a la de un terapeuta-cliente.

Desarrollada en los años setenta por Charles Curran, sacerdote jesuita, profesor de psicología y orientador, esta metodología se inspira en gran medida en el Enfoque Humanista, es decir, se sitúa a los alumnos en el centro de su propia experiencia de aprendizaje. Se les da independencia para explorar la nueva lengua y no se les reprende por utilizar su lengua materna durante el aprendizaje. La gramática y el vocabulario se absorben a través de un estilo inductivo en lugar de una instrucción explícita, y el objetivo principal es mantener un entorno de aprendizaje positivo para que los estudiantes puedan prosperar.

La estructura de la clase en sí también pretende reflejar un enfoque de tipo orientador, ya que los alumnos aprenden gradualmente a depender menos del profesor, adquiriendo en última instancia independencia emocional y lingüística.

Lección típica

Clases de inglés de 7º curso para hablantes nativos de croata

  1. Brainstorming (lluvia de ideas).

Los alumnos discuten sobre qué tema les gustaría aprender ese día, hablando tanto en su lengua materna como en la lengua extranjera. El profesor ayuda a traducir las palabras o frases con las que los alumnos no están familiarizados y anota los distintos temas en una pizarra. Los alumnos votan y deciden hablar sobre el océano.

  1. Fase de grabación

Uno a uno, los alumnos hablan con el profesor en cualquiera de los dos idiomas, explicando lo que quieren decir sobre el tema seleccionado. El profesor les ayuda a traducir las palabras o frases que no les resulten familiares y, a continuación, los alumnos hablan en la lengua meta. Por ejemplo, un alumno puede decir «Mi parte favorita del océano son los animales como los tiburones y los delfines». El siguiente alumno tendrá su turno y podrá decir: «Cuando voy al océano, me gusta ir a pescar». Paso a paso, se desarrolla una conversación en la lengua meta entre los alumnos y se graba.

  1. Discusión

Tras la grabación, los alumnos y el profesor comentan cómo ha ido la conversación, señalando las palabras difíciles de pronunciar, el vocabulario nuevo que han aprendido, etc. El profesor les elogia por lo que hicieron bien.

  1. Transcripción

Los alumnos escuchan la grabación de su propia conversación y la transcriben con la mayor precisión posible. El profesor responde a las preguntas y con frecuencia rebobina la grabación para que los alumnos puedan volver a escuchar sus palabras.

  1. Análisis

Los alumnos repasan sus transcripciones, comparan sus trabajos y hablan con el profesor sobre las partes escrita y oral de la discusión.

El papel del profesor

El profesor, o «El Conocedor», tiene un papel muy desafiante aquí, ya que no sólo debe tener suficientes habilidades lingüísticas en ambos idiomas, sino también trabajar para ser siempre empático y nutrir un espacio de clase seguro y participativo. También es imperativo en esta metodología que el profesor permita que sean los propios alumnos los que se encarguen del aprendizaje, sin dejar de proporcionarles toda la ayuda necesaria.

Positivos

  • Los alumnos son autónomos y aprenden lo que quieren aprender;
  • Los temas son relevantes e interesantes para los alumnos;
  • El ambiente en el aula es cómodo y poco estresante;
  • Los alumnos reciben una orientación individualizada significativa;
  • La metodología potencia las habilidades emocionales y sociales.

Negativos

  • La metodología no es apropiada para todos los niveles de habilidad o grupos de edad;
  • Algunos alumnos no responden bien a las actividades en grupo;
  • El papel subestimado del profesor puede ser problemático para los alumnos principiantes que necesitan más ayuda
  • Grabar puede añadir un elemento impredecible a la lección. Puede hacer que algunos alumnos se vuelvan tímidos, que otros quieran volver a grabarlo todo hasta que quede perfecto, etc.
  • La falta de estructura formal dificulta la evaluación y la valoración de los alumnos.

Pensamientos finales

El CLL ya no se utiliza comúnmente en la mayoría de los programas de idiomas, aunque algunos aspectos del mismo, concretamente el ambiente positivo en el aula, se fomentan sin duda y forman parte de otros programas más completos. Las ventajas de que los estudiantes utilicen su lengua materna también son objeto de debate en el mundo de la enseñanza de lenguas extranjeras, al igual que la grabación y reproducción de las intervenciones de los estudiantes ante la clase. Y aunque uno de los principales inconvenientes del CLL es que no se puede utilizar fácilmente con principiantes y estudiantes más jóvenes, en el entorno adecuado -como un pequeño grupo de estudiantes adultos de alto nivel en una clase de inglés comercial- el CLL puede proporcionar excelentes resultados en la adquisición del idioma.

Sobre del autor

Justin Benton

Justin Benton

Justin Benton es un escritor y profesor de inglés radicado en Colombia.