Cuando la gente piensa en la navegación hoy en día, suele imaginar franquicias icónicas como las películas de Piratas del Caribe. La representación irreverente y astuta de Jack Sparrow contribuye a la imagen de los marineros como poco más que trabajadores sin educación, pero su lenguaje revela algo más: una especificidad que solo puede provenir de un vocabulario cuidadosamente elaborado que mantiene a un barco funcionando correctamente.

Vida de la tripulación y camaradería

El lenguaje en los barcos cumple tres funciones principales: instruir, identificar y unir. Para la tripulación, formar relaciones estrechas era la base para un viaje exitoso. La colaboración lo es todo en un barco, donde una sola tarea puede requerir a una docena o más de personas trabajando en sincronía para completarla.

Aunque los compañeros de tripulación solían comunicarse usando el mismo lenguaje que su capitán (y el de la industria en general), era común desarrollar un lenguaje adicional no relacionado con el trabajo. Estas palabras solían surgir de experiencias compartidas, como estar lejos de casa o conocer a alguien en tierra firme a quien luego dejaban atrás. De ahí provienen algunas de las palabras más asociadas con los piratas, como “hearties”.

  • Hearties – La mayoría de las personas asocian la frase “me hearties” con los marineros, y con justa razón. “Hearties” se refiere a quienes son cercanos al corazón, como los compañeros que habían navegado juntos durante muchos años. Por ello, frases como “drink up, me hearties” llegaron a significar “¡bebamos juntos, amigos!”
  • Dogs – No está del todo claro de dónde proviene el término “dog” o “sea dog” para referirse a marineros. Algunos sugieren que viene del otro significado de sea dog: una foca (es decir, algo que se la pasa merodeando por el agua). Sin embargo, con el tiempo, el término adquirió una connotación positiva entre amigos, describiendo a marineros respetados por su experiencia. A quienes habían servido en barcos durante muchos años se les llamaba “salty sea dogs”, en referencia a haber navegado tanto que la sal del mar había cubierto su piel con costras de sal.
  • Johnnies – Los marineros solían entretenerse o mantener el ritmo durante el trabajo con canciones conocidas como “sea shanties”. En los versos de estas canciones, era común que se mencionaran eventos pasados, como haber conocido a alguien en tierra o haber navegado junto a alguien. Sin embargo, a medida que estas historias se contaban, exageraban o simplemente porque el marinero nunca había aprendido el nombre de la persona, era común que la tripulación reemplazara cualquier nombre masculino por “John” o “Johnny”. Tanto en las canciones como en el trabajo, podían referirse a desconocidos o entre ellos mismos como “Johns”.
  • Jennies – Así como “Johnny” se usaba como nombre genérico para los hombres, “Jenny” se convirtió en el nombre estandarizado para las mujeres.

Cuerdas por todos lados

Aunque la tripulación tenía su propio microcosmos lingüístico para comunicarse entre ellos y con el exterior, cuando había trabajo por hacer, el vocabulario técnico entraba en acción. La gente que visita hoy en día barcos altos de madera suele comentar sobre la gran cantidad de “cuerdas”, pero pese a su apariencia, en un barco no hay cuerdas como tal. En su lugar, estas piezas esenciales se llaman “líneas”.

Cuando se trata de gestionar los detalles del barco, como la orientación y el tamaño de las velas, las líneas son la clave del éxito.

  • Docklines – También llamadas líneas de amarre, mantienen al barco junto al muelle cuando está en puerto.
  • Halyards – Estas líneas sirven para izar (levantar) algo, como una bandera.
  • Sheets – Cuando es necesario desplegar las velas, los marineros tiran de las esquinas inferiores (los “clews”) para extenderlas hacia afuera y hacia abajo. Las líneas utilizadas para esto se llaman “sheets”.
  • Braces – Para controlar la dirección en que navega un barco, las velas deben poder girar de lado a lado para atrapar el viento. Girar los palos (las vigas de madera a las que están sujetas las velas) se logra tirando de líneas llamadas “braces”.
  • Bunts – Si los marineros intentaran controlar toda una vela usando solo sus esquinas (los “clews”), tendrían muchas dificultades. Las velas son grandes y pesadas, y a menudo pesan más de 450 kilos. Para ayudar a ajustarlas, se atan líneas llamadas “bunts” a intervalos regulares a lo largo de la vela. Aflojando los bunts y tirando de las sheets al mismo tiempo, la tripulación puede ajustar el ancho total de la vela de manera uniforme y permitir que se llene de viento.

Las órdenes del capitán

Si el público general conoce algo del lenguaje náutico, probablemente sean las órdenes que un capitán grita en cubierta. ¡Avast! ¡Heave! ¡Haul! Estas palabras concisas (y a menudo proclamadas en voz alta) encapsulan grandes ideas, y por eso forman parte del vocabulario del mar.

  • Heave – Utilizada principalmente en la forma “heave to”, esta orden indica a la tripulación que cambie la dirección de las velas. Normalmente, un grupo de velas se orienta hacia el viento y el otro en contra, de modo que se neutralicen entre sí. Esto ayuda a reducir la velocidad del barco hasta detenerlo.
  • Brace – Aunque el verbo “brace” suena igual que el sustantivo que describe una de las muchas líneas del barco, esta orden significa aferrarse y estabilizarse (ya sea uno mismo o el barco). También puede referirse a ajustar las velas para atrapar el viento.
  • Set – “Set sail” significa preparar las velas para comenzar un viaje.
  • Avast – Significa detenerse. Inicialmente, esta orden proviene del holandés “houd vast”, que significa parar; de ahí también viene el término “hold fast”, que significa sujetarse firmemente (o, en otras palabras, dejar de moverse).
  • Belay – Este término tiene varios significados según el contexto. “Belay a line” significa atar la línea a un “belay pin”, o gancho de madera en el barco que evita que las líneas se desaten una vez ajustadas como lo pide el capitán. Sin embargo, el capitán también puede gritar “¡belay that!”, que significa “retírelo” o “eso no es correcto”. Presumiblemente, este significado surgió del mismo contexto, en el que se pide a alguien que “cuelgue” o “guarde” una idea, igual que se guarda una línea después de usarla.

Estas son solo algunas de las muchas órdenes que puede dar un capitán. Virar al viento, alistarse para cambiar de rumbo, aflojar, ajustar y más, incorporan significados muy específicos que comunican mucha información en poco espacio. De manera similar, sustantivos o adjetivos como jibe (gybe), beam to y helm’s a lee pueden describir con precisión la orientación del barco sin necesidad de puntos de referencia visuales para la tripulación.

El origen de muchos términos náuticos proviene de una mezcla de idiomas fusionados con las exigencias de la vida en el mar. En este sentido, es importante notar que muchas de las órdenes del capitán son de una sola sílaba con una vocal central muy audible. Palabras como “think”, con sonidos débiles como “th” y “nk”, difícilmente se escucharían por encima del estruendo de las olas, a diferencia de una vocal fuerte como la “a” (como en brace). Por lo tanto, el lenguaje marítimo se desarrolló como respuesta a las exigencias del trabajo mismo, así como a la influencia multicultural de la tripulación.

Sobre del autor
Carrie Ott

Carrie Ott

Carrie Ott es una escritora de negocios multilingüe, editora y entusiasta de la herpetocultura.