Una de las características del lenguaje que a menudo se pasa por alto es que está en constante evolución y adaptación. Un aspecto fascinante de esta evolución es la incorporación de palabras “intraducibles” de diversos idiomas al inglés. Estas palabras prestadas llenan vacíos léxicos, ofreciendo expresiones matizadas que antes no existían en inglés.
Hay una razón importante para estas incorporaciones. En un momento dado, un idioma puede capturar adecuadamente solo una parte de la experiencia humana. Pero, como los seres humanos interactúan constantemente con el mundo de nuevas maneras y con diferentes culturas, los idiomas se ven obligados a ampliar su arsenal lingüístico para mantenerse al día.
Tomar prestadas palabras es una forma sencilla de hacerlo, porque otra cultura o idioma a menudo ya ha articulado una idea con una palabra específica. Cuando estos términos capturan experiencias universales, frecuentemente entran en los léxicos extranjeros. Por ejemplo, la reciente incorporación de la palabra tagala «gigil» al Diccionario de Inglés de Oxford ejemplifica este fenómeno. Definida como «el impulso irresistible de pellizcar o apretar algo insoportablemente tierno», «gigil» expresa una sensación que todos hemos tenido pero que no podíamos nombrar con una sola palabra en inglés. Bueno, ahora sí podemos.
Nuevas incorporaciones al léxico inglés
El préstamo lingüístico es un proceso continuo. La actualización de marzo de 2025 del Diccionario de Inglés de Oxford refleja lo globalizado que se ha vuelto el inglés. Esta actualización incluyó palabras del tagalo, malayo, irlandés, patuá jamaiquino, yoruba y más. Estas palabras capturan sentimientos, reacciones o fenómenos que el inglés no tenía forma concisa de expresar. A continuación, presentamos algunas de las incorporaciones más llamativas:
- Alamak (malayo): Una exclamación de sorpresa, conmoción o consternación. Aproximadamente equivalente a “¡Oh no!” o “¡Ay, caray!” en inglés.
- Séis (irlandés): Una frase musical o melódica; también se refiere al ritmo o al tono característico de una melodía en la música tradicional irlandesa.
- Pickney (patuá jamaiquino): Un niño o joven. Deriva del portugués “pequenino” (pequeñito).
- Ósanyìn (yoruba): Se refiere a un herbolario, curandero o a la fuerza espiritual asociada con la naturaleza y el conocimiento medicinal en la tradición yoruba.
- Kilig (tagalo): Esa sensación de emoción o cosquilleo que se experimenta cuando sucede algo romántico o adorable, especialmente relacionado con enamoramientos o el amor.
- Mokita (Kivila, Papúa Nueva Guinea): La verdad que todos conocen pero que nadie dice en voz alta; una realidad tácitamente compartida.
- Sobremesa (español): El tiempo que se pasa en la mesa después de una comida, conversando de forma relajada.
Estas palabras no solo son incorporaciones funcionales al idioma inglés; también traen consigo las texturas culturales de sus orígenes. Llenan vacíos semánticos, proporcionando formas vívidas de expresar matices sutiles de la experiencia humana que antes no existían en inglés. Al hacerlo, destacan lo profundamente interconectadas que están nuestras lenguas y vidas globales.
Palabras en inglés adoptadas por otros idiomas
Si bien el inglés suele ser quien toma prestado, también sabe retribuir. Gracias a la globalización, la cultura pop y el internet, el inglés se ha convertido en el exportador lingüístico más influyente del mundo. Y aunque no todas las exportaciones se adoptan por igual, no se puede negar que el inglés ha dejado su huella léxica en docenas de idiomas del mundo.
Veamos algunos ejemplos notables de términos en inglés que han sido adoptados, adaptados y, en ocasiones, reinterpretados de manera graciosa en otros idiomas:
Computer
Una de las palabras en inglés más prestadas, “computer” se utiliza tal cual o con ligeras modificaciones en todo el mundo. Por ejemplo, se dice “kompyuter” en ruso y “kompiutā” en japonés katakana.
Cool
Usada globalmente para expresar aprobación o admiración, “cool” ha encontrado un lugar en docenas de idiomas, desde el alemán (“cool”), hasta el español (“cool” o “guay”, dependiendo de la región), pasando por el japonés. Su flexibilidad y atractivo universal la han convertido en una de las exportaciones lingüísticas más exitosas del inglés.
Weekend
En francés se dice “le weekend”; en alemán, “das Wochenende”; y en árabe se utiliza un término transliterado para “weekend”. Este concepto del calendario inglés ha sido ampliamente adoptado, especialmente ahora que el descanso de dos días se ha vuelto la norma en más partes del mundo.
Marketing
En muchos idiomas, esta palabra de negocios se ha importado tal cual. Se puede escuchar “marketing” en juntas directivas rusas y en agencias publicitarias italianas por igual.
Estas adopciones lingüísticas revelan tanto sobre la cultura que toma prestado como sobre la que presta. Ya sea impulsado por la influencia económica, la fascinación cultural o simplemente por la falta de un mejor término nativo, la incorporación de palabras en inglés en otros idiomas es una ventana fascinante a la globalización y la maleabilidad del lenguaje mismo.
Y el ciclo continúa
El lenguaje es un archivo viviente de la experiencia humana compartida, constantemente moldeado por el contacto, la curiosidad y la cultura. Ya sea riéndose con gigil o disfrutando de una sobremesa con amigos, las palabras prestadas nos recuerdan que algunos sentimientos son demasiado universales para ser limitados por fronteras. A medida que el inglés continúa prestando y tomando términos alrededor del mundo, se vuelve cada vez más vibrante, rico en matices y humano. Así que la próxima vez que use una palabra “extranjera”, recuerde: está hablando un inglés más global de lo que cree.