Los eslóganes son poderosos. Acompañan casi todos los aspectos de nuestra vida cotidiana y los ingerimos inconscientemente. A menudo pensamos que van unidos a productos o servicios que se venden. Por ejemplo, a la mayoría de los estadounidenses les basta con oír las palabras «Just Do It» o «Have It Your Way«, para darse cuenta de que las frases pertenecen a Nike y Burger King.

Logotipos de Nike y Burger King
Sin embargo, algunos eslóganes no están pensados para vender productos, sino para transmitirnos ideas de forma memorable. Hay, y siempre ha habido, momentos en los que la gente necesita capturar la esencia de una campaña política, un esfuerzo bélico o un movimiento social en pocas palabras.
Como mínimo, estos movimientos necesitan la aprobación del público para permitir actuar a las personas en el poder, y más a menudo necesitan el apoyo del público en forma de votos o ayuda financiera. Por ello, tanto los líderes sancionados como los revolucionarios hacen todo lo posible por destilar el meollo de sus esfuerzos (o lo que quieren hacer creer que es el meollo de sus esfuerzos) en unas pocas palabras memorables.
Imaginemos que cualquier movimiento político o social es una gran jarra de agua sin asa. A una persona puede resultarle útil, pero aun así le cuesta llevarla consigo, consumirla o compartirla con los demás. Un eslogan convincente es como un asa. En el momento en que le das un eslogan a un movimiento, le das movilidad y lo haces accesible.
4 tipos de eslóganes
Aunque puede haber varias formas de caracterizar cómo funcionan los eslóganes en la sociedad, se ha creado un sencillo marco de 4 posibles usos que resulta especialmente útil. Este marco propone que todos los eslóganes políticos y bélicos intentan hacer una de las cuatro cosas siguientes:
- Reivindicar
- Propugnar
- Proclamar
- Movilizar
- Atestiguar
Pone Reclamaciones

Dwayne Reilander, CC BY-SA 4.0 via Wikimedia Commons
Cuando un eslogan es reivindicativo, afirma algo como cierto y permite que el lector o el oyente saquen sus propias conclusiones. Un ejemplo moderno de ello es la sencilla afirmación «Estás en tierra nativa«, que llama la atención sobre el hecho de que países como EE.UU., Australia y Brasil se fundaron en tierras habitadas anteriormente por nativos. Esto podría motivar a la gente a donar a grupos de pueblos nativos, o simplemente servir para que la gente sea consciente de la historia real que les permite vivir donde lo hacen.
Declaración
Los eslóganes que proclaman, afirman la verdad como los eslóganes que reivindican, pero no pueden hacer una reivindicación en sí mismos. Un ejemplo de ello es «Black Lives Matter«, que afirma un hecho que no se puede cuestionar.
Movilizarse
Los movimientos sociales a veces construyen eslóganes con el objetivo de movilizar a la gente para que actúe. La gira «Vota por el cambio» de 2004, de motivación política, es un ejemplo poco sutil de eslogan movilizador. La gira y el eslogan eran supuestamente apartidistas, pero su objetivo extraoficial era animar a los votantes a votar en contra de George Bush en las elecciones presidenciales de ese año. Otro ejemplo fue «Stop The Steal«, que animaba a la gente a investigar si los resultados de la campaña presidencial de 2020 eran auténticos o no.
Testigos
«I Run With Maud» es un ejemplo de eslogan testimonial. Este eslogan nació a raíz del disparo a Ahmaud Arbery el 23 de febrero de 2020 mientras hacía footing para hacer ejercicio. Este eslogan pretendía y pretende dar testimonio específicamente del suceso de la muerte de Ahmaud.
Los eslóganes, por supuesto, difuminan los límites entre estas 4 funciones y a veces un eslogan cumple simultáneamente dos o tres objetivos a la vez. En cualquier caso, este marco nos será útil a la hora de repasar ejemplos de eslóganes políticos.
Ejemplos tempranos de eslóganes políticos y bélicos
«Veni, Vidi, Vici»

Veni, Vidi, Vici
César desplegó las palabras «Veni, Vidi, Vici» en el Titulus. Se trataba de una gran pancarta que se leía a la vuelta de César cuando éste paseaba sus conquistas por las calles de Roma tras sus victorias militares en la Galia, Egipto, el Ponto, África y España. César también escribió estas palabras en una carta al Senado tras su victoria en el Ponto. En ambos casos, su objetivo era comunicar al Senado y a la población que no sólo había vencido, sino que lo había hecho con rapidez.
Plutarco, una de las tres fuentes antiguas que recogen el relato, elogió la formulación latina «Veni, Vidi, Vici» por su convincente composición y concisión. En latín específicamente, a diferencia del griego de la época, la primera persona del singular estaba implícita en la conjugación de las palabras, razón por la cual no existe una palabra comparable a «yo», en español. Como resultado, «Veni, Vidi, Vici» comunicaba el mensaje de César con el mismo estilo que un eslogan bélico actual intentaría hacerlo, con el menor número de palabras posible.
A pesar de que esto tuvo lugar alrededor del año 47 a.C., el objetivo de César al utilizar el eslogan era el mismo que el de cualquier líder o movimiento moderno. Es decir, infundir confianza en su causa entre la gente necesaria para apoyarle. En este caso, César estaba demostrando que era un líder capaz y poderoso al que había que obedecer y venerar. Esto era especialmente útil en esta época porque los intentos violentos o coercitivos de robar el trono no eran infrecuentes. Asegurarse el favor de las masas era importante entonces, y sigue siéndolo ahora.
Las murallas de Pompeya

Pared exterior de una domus en Pompeya acuarela de Luigi Bazzani – Dominio público, vía Wikimedia Commons
La erudición moderna debe mucho a la erupción del Vesubio en el año 79 d.C. La erupción acabó con la vida de los ciudadanos de Pompeya y preservó la ciudad de una forma única que nos ofrece una ventana al pasado.
Entre los objetos conservados por la explosión se encuentran más de 1.000 ejemplos únicos de eslóganes políticos escritos en los muros de la ciudad. Al igual que los eslóganes políticos actuales, estaban bien pensados. Se contrataba a artesanos profesionales para que inscribieran o pintaran estos mensajes en las paredes de las casas de la gente adinerada, o en los pasillos de tránsito frecuente.
Aunque las ideas políticas de Pompeya no son tan breves como las expresiones modernas que veremos más adelante, no cabe duda de que tienen un aire similar. Algunos de los antiguos discursos políticos de Pompeya eran como éstos:
- «Si se piensa que la vida honesta es alguna recomendación, entonces Lucrecio Fronto es digno de ser elegido.»
- «Elegid a Cayo Julio Polibio para el cargo de edil. Él proporciona buen pan.»
A veces, se apuntaba a grupos específicos de personas para conseguir votos. Esto es exactamente lo que hacen los políticos modernos cuando se dirigen a grupos con inclinaciones específicas. Aunque similares, estos ejemplos antiguos son un poco más directos:
- «Los vendedores de pollos os piden que elijáis a Epidio y Suettius como duoviros»
- «Todos los arrieros solicitan que elijáis a Cayo Julio Polibio para el cargo de duovir»
Tal vez las alusiones directas a las provisiones de pan, a los vendedores de pollos y a los arrieros parezcan tontas ahora. Pero quizá dentro de 2000 años un anuncio político prometiendo bajar el precio de la gasolina nos parezca igual de irrelevante y divertido.
Conocidos eslóganes de EE.UU.
«¡Dame la libertad o dame la muerte!»
Patrick Henry supuestamente pronunció estas famosas palabras el 23 de marzo de 1775, durante la Segunda Convención de Virginia. Hay debate sobre si el lema es realmente atribuible a él o no porque no se escribió hasta 40 años después. El discurso fue publicado póstumamente por el biógrafo William Wirt, que lo reconstruyó a partir de la memoria de testigos. Sin embargo, una cosa es cierta: el discurso de Henry fue tan conmovedor que influyó en las opiniones de los presentes en la convención, haciéndoles estar dispuestos a enviar las tropas de Virginia a la guerra revolucionaria.
Si Henry dijo realmente esas palabras o no es discutible, pero casi no importa. La mayoría de la población estadounidense ha oído el eslogan, aunque no sepa de dónde procede. Como muchos eslóganes políticos, éste ha sobrevivido al contexto en el que se creó y ha sido reutilizado.
De hecho, el famoso poeta y rapero Tupac Shakur, escribió un ensayo en 1992 en el que decía «Entendí lo que Patrick Henry quiso decir cuando pronunció estas palabras. Creo que todos los hombres negros y los jóvenes de minorías en general, pueden sentirse muy identificados». Seguramente, Tupac no es la única persona que ha reutilizado la famosa frase, pero sí una de las más interesantes.
«¡Podemos hacerlo!»
«Rosie The Riveter» aparece en un famoso cartel producido durante la Segunda Guerra Mundial. Aparece flexionando el bíceps con un pañuelo rojo de lunares en la cabeza, mezclando las típicas características masculinas y femeninas en un solo personaje. Sobre su cabeza, un recuadro reza «¡Podemos hacerlo!».
El cartel, junto con el eslogan, fue creado por el artista Howard Miller para Westinghouse Electric. El objetivo del cartel y el eslogan era animar a los trabajadores de la compañía eléctrica a seguir trabajando. La gente suele creer que el cartel pretendía animar a las mujeres a aceptar trabajos en la producción para llenar la ausencia dejada por los hombres desplegados en la guerra. Esto no es cierto y el cartel sólo lo vieron los empleados de la fábrica.
Sin embargo, el cartel fue redescubierto en la década de 1980 y ampliamente utilizado como símbolo del feminismo en aquella época. De hecho, ¡el nombre «Rosie The Riveter» no se asignó a la mujer de la foto hasta la década de 1980! A pesar del origen del cartel y de su uso original, ahora se entiende como un símbolo de la fuerza y la fortaleza entre las personas de diversos movimientos que desean representar a las mujeres como fuertes y capaces.
Eslóganes políticos no en inglés
«El pueblo unido jamás será vencido»

Juanadearcolaloca, CC BY-SA 4.0 via Wikimedia Commons
«El pueblo unido jamás será vencido» ha sido un eslogan político popular empleado en múltiples movimientos a lo largo de América Latina. En inglés, la frase se traduce como «El pueblo unido jamás será vencido».
Los orígenes de la frase se remontan aproximadamente a un discurso pronunciado por el político y activista colombiano Jorge Eliécer Gaitán, que había dedicado su vida a la esperanza de ver una Colombia más justa. Gaitán era un orador dotado y el discurso del que se tomó el eslogan habría sido pronunciado en la década de 1940.
El eslogan volvió a hacerse popular en Chile durante la década de 1970, cuando el democráticamente elegido Salvador Allende fue nombrado presidente. En 1973, el cántico se transformó en canción y fue grabado por el grupo Quilapayún. Notablemente, la primera grabación sonora de la canción se realizó entre miles de personas en un concierto celebrado en Chile. La actuación también fue filmada. Al escuchar el audio, se puede oír que comienza como el ya conocido cántico. Alrededor de los 15 segundos de la grabación de audio, el cántico se convierte en la canción que más tarde se haría famosa por derecho propio.
La familiaridad general de la letra y el sentimiento de la canción han hecho que se utilice en múltiples ocasiones en todo el mundo. Se han recreado versiones del eslogan y la canción en Filipinas, Francia, Ucrania y Grecia, lo que la convierte en uno de los eslóganes políticos más populares del mundo.
¡HET BOйHE!
Las palabras rusas «HET BOйHE!» se traducen por «¡NO A LA GUERRA!» en inglés. Estas palabras se han escrito en carteles de protesta, se han transformado en un hashtag y han sido animadas por artistas. El objetivo del mensaje es que los rusos hagan saber a sus vecinos ucranianos y al resto del mundo que no apoyan la guerra entre Rusia y Ucrania.
La relación entre Rusia y Ucrania es tensa desde hace décadas. El 24 de febrero de 2022, las fuerzas rusas desplegaron ataques aéreos e invasiones terrestres en Ucrania. Muchos ciudadanos rusos no se sienten alineados políticamente con la decisión de Putin de invadir Ucrania.
Uno de los aspectos más interesantes de esta guerra en particular es que la mayoría de la gente tiene acceso a teléfonos móviles, ordenadores e Internet. Las redes sociales han hecho más fácil que nunca en la historia que los ciudadanos rusos expresen su solidaridad con Ucrania declarando «¡HET BOйHE!» Algunos ejemplos conmovedores son una compilación de animaciones antibelicistas creadas por artistas rusos, y rusos de todo el mundo protestando en el extranjero.
Lemas vivos
«Las vidas de los negros importan»
Es imposible transmitir realmente la importancia de un mensaje tan sencillo y conmovedor como el del movimiento «Black Lives Matter (BLM)«. La organización y el lema que la acompaña, alcanzaron un nivel de fama innegable en el escenario mundial en 2020 cuando George Floyd fue asesinado bajo custodia policial el 25 de mayo. Esto desató la indignación nacional en Estados Unidos, lo que dio lugar a una cadena de protestas.
El mensaje es sencillo. Hace una afirmación. No argumenta explícitamente contra otro punto de vista. Las palabras «Las vidas de los negros importan» simplemente afirman que las vidas de los negros son importantes. La universalidad de las palabras «Black Lives Matter» (Las vidas de los negros importan) y el sentimiento que encierran han llevado a el uso internacional del eslogan.
A pesar de que el movimiento Black Lives Matter se hizo muy conocido en 2020, fue fundado originalmente en 2013 por Alicia Garza, Patrisse Cullors, y Ayọ Tometi.
«Make America Great Again»
Como muchos de los ejemplos que preceden a éste, el eslogan «Make America Great Again», tiene raíces sorprendentes. El primer uso registrado de las palabras en un contexto político estadounidense fue en 1940. El senador de Wisconsin, Alexander Wiley, utilizó las palabras en un discurso en previsión de las próximas elecciones presidenciales de 1940.
Las palabras fueron utilizadas posteriormente por Ronald Reagan y Bill Clinton en sus respectivas campañas presidenciales.
El primer uso registrado de la frase por parte de Donald Trump fue en 2011. En una entrevista de entonces, Trump dijo: «Debo dejar todas mis opciones abiertas porque, por encima de todo, debemos hacer que América vuelva a ser grande.» Este uso del eslogan transporta la imaginación a un ideal romantizado de los Estados Unidos del pasado.
A pesar de que Donald Trump no inventó el eslogan, lo ha registrado oficialmente. Esto hace posible que Donald Trump venda gorras en las que se lee «Make America Great Again». Tanto si la frase se había utilizado antes como si no, es casi seguro que a partir de ahora se asociará a Donald Trump. Lo que es único para Trump es el uso del acrónimo «MAGA».
Cabe señalar que el uso del término «América» para referirse a un país es coloquial y no reconoce la multiplicidad de otras naciones situadas en los continentes americanos. Sin embargo, este hecho carece de importancia en lo que respecta a las campañas políticas en Estados Unidos.
¿Qué hace que un eslogan funcione?
Hay varios factores que determinan si un eslogan tendrá éxito. Trabajar con el cerebro humano es la mejor forma de garantizar que un eslogan funcione de la forma deseada. Esto puede lograrse de varias maneras.
Priming
En términos psicológicos, «priming» significa influir en la reacción subconsciente de las personas ante un estímulo. Así, el objetivo de un buen eslogan es preparar emocionalmente a una persona para que acepte favorablemente el producto que el eslogan representa. En el caso de los eslóganes políticos o bélicos, el «producto» es el movimiento. Los eslóganes convincentes hacen que la gente crea inconscientemente en un candidato político, una revolución, un movimiento social o un esfuerzo bélico.
Brevedad
Los estudios han demostrado que los eslóganes de entre 3 y 6 palabras tienden a ser los más largos porque son los más fáciles de recordar. Este es un principio que César comprendió mucho antes de que se realizara un estudio.
Rimas y canciones
Probablemente no sea sorprendente, pero los eslóganes que utilizan el ritmo y la melodía tienden a ser más memorables. La naturaleza rítmica y melódica del eslogan «El pueblo unido jamás será vencido» explica por qué no sólo es memorable, sino que se repite internacionalmente.
Emociones
Por último, los mejores eslóganes apelan a las emociones humanas haciéndoles sentir algo. «¡Podemos hacerlo!», genera sentimientos de empoderamiento y «Make America Great Again», apela al deseo innato de una persona de amar a su patria. Los eslóganes más eficaces aprovechan nuestras emociones, que tienden a anular nuestras mentes lógicas. Al final, la mayor parte de lo que sabemos sobre los eslóganes parece bastante obvio. Un eslogan persuasivo condensa el núcleo de un mensaje para hacerlo más digerible para la gente. Los eslóganes nos permiten captar un concepto, recordarlo y comunicarlo a los demás.