Desde el momento en que aprendemos a controlar la boca, los pulmones y las cuerdas vocales cuando somos bebés, anhelamos hablar. Cuando somos bebés, balbuceamos e intentamos copiar palabras y, sin ningún tipo de instrucción formal, en menos de un año podemos comprender los conceptos básicos del habla y empezar a comunicarnos. Los neurolingüistas han demostrado que la región temporal superior de nuestro cerebro y el área de Broca nos preparan para hablar. Sin embargo, como cualquier niño de primer curso puede decirle, el acto de leer no se nos da tan fácilmente.

Hay que enseñar a leer, y este proceso se lleva a cabo de forma diferente y a distintas edades en todo el mundo. La propia lengua desempeña un papel importante a la hora de determinar a qué edad los niños se alfabetizan, pero los factores socioeconómicos y culturales desempeñan un papel aún mayor.

Complejidad lingüística

En las lenguas que utilizan el alfabeto romano (inglés, francés, neerlandés, etc.), los niños suelen aprender a leer en torno a los seis años. Primero aprenden a reconocer las letras y los sonidos, y luego utilizan lo que se conoce como fonética para descodificar las palabras y darles significado. Parece un proceso sencillo, pero algunos idiomas, como el inglés, tienen muchas palabras comunes que lo hacen bastante difícil. Por ejemplo, un cartel en una biblioteca escolar que diga «Lee aquí» se pronunciaría comúnmente como «Ree-add he-ree». Lo mismo ocurre con muchas palabras básicas como «the», «are» y «where», que ahora se enseñan como «sight words» y deben memorizarse.

Las lenguas que utilizan sistemas de caracteres para leer y escribir, como el chino hanzi y el japonés kanji, requieren pura memoria. Los niños que hablan estas lenguas suelen empezar a aprender a leer a los tres años porque los padres y educadores saben que los pequeños tienen un largo camino por delante debido a la enorme cantidad de aprendizaje que requieren. Así pues, aunque la enseñanza puede comenzar antes, el sistema de caracteres implica que el proceso de alfabetización requiere más tiempo, y en Japón algunos de los kanji más avanzados pueden no enseñarse hasta el 9º curso.

Aprender a leer alfabetos no romanos presenta sus propias dificultades, como en Corea. El alfabeto hangul único del país requiere una enseñanza detallada, y muchas palabras coreanas también pueden escribirse en chino, lo que añade otra capa de complejidad para los jóvenes estudiantes. Los alumnos de los países que utilizan el sistema de escritura árabe, conocido como abjad, deben aprender su escritura de derecha a izquierda y suelen hacerlo memorizando, en lugar de utilizando la fonética como en las lenguas occidentales. A pesar de estas dificultades, los niños que aprenden estas lenguas suelen aprender a leer a los seis o siete años.

Factores socioeconómicos

Aunque las complejidades de cada lengua contribuyen a la edad media a la que los niños aprenden a leer, muchos países en desarrollo se enfrentan a importantes retos socioeconómicos que retrasan el proceso de alfabetización. En algunos países de renta baja, por ejemplo, sólo el 20% de los niños tiene acceso a la educación preescolar. Cuando los alumnos de África subsahariana y Asia meridional pueden iniciar una educación formal, los recursos escolares son escasos y las clases suelen estar masificadas, con varios cursos en la misma clase. La excepción a esta masificación es la temporada de cosecha, cuando los índices de asistencia en países como Ghana descienden, ya que los niños son necesarios para el trabajo de campo.

Los niños de los países africanos se enfrentan a dificultades especiales para aprender a leer, ya que primero deben satisfacer sus necesidades básicas de salud y seguridad. Estos países han combatido la escasez de recursos de lectura manteniendo una fuerte tradición de narración oral, pero las tasas generales de alfabetización siguen siendo bajas en países como Níger, donde sólo el 37% de los adultos sabe leer.

Cultura y normas de género

En países como Afganistán, la edad media de lectura varía mucho según el sexo, ya que los escasos recursos educativos se suelen dar a los chicos. Esto se ve como una inversión en el futuro de la familia, ya que se espera que los hombres encuentren trabajo y mantengan a la familia, mientras que las mujeres deben cuidar de la casa y criar a los hijos. Las estadísticas actuales indican que sólo alrededor del 23% de las mujeres de Afganistán saben leer y escribir debido a los roles tradicionales de género y a las dificultades económicas. Por eso, aunque algunos niños empiezan a leer a los seis años, es poco probable que una niña lo haga a esa edad, si es que lo hace alguna vez.

En muchos países árabes, especialmente en zonas de conflicto como Yemen, se observan discrepancias similares en la alfabetización de las niñas. La educación de las niñas no suele ser una prioridad allí, ya que en 2017 más de dos tercios de las niñas estaban casadas antes de cumplir los 18 años. Los expertos predicen que esta discrepancia en la alfabetización de género se mantendrá al menos hasta el año 2040.

¿Cuál es la mejor edad para que los niños aprendan a leer?

Aunque los padres y los administradores escolares a menudo se preocupan por la edad exacta a la que los niños están aprendiendo a leer, a nivel mundial, la cuestión mucho más apremiante es que los niños aprendan a leer. Además, muchos expertos en alfabetización creen ahora que la edad exacta no es tan importante como se pensaba. Lo importante, independientemente del idioma o del país, es que los niños tengan la oportunidad de aprender a leer en algún momento.

Sobre del autor

Justin Benton

Justin Benton

Justin Benton es un escritor y profesor de inglés radicado en Colombia.